Eduard Streltsov "El Pelé ruso" |
No era muy conocido fuera de su país hasta que llegaron los
Juegos Olímpicos de Melburne en 1956, torneo que la URSS ganó a pesar de que
Streltsov no pudo disputar la final del campeonato. Debido a las normas de los
JJOO únicamente se les entregaba las medallas a los titulares del último
partido. Nikita Simonyan actual presidente de la federación rusa de fútbol quiso
entregarle su medalla. Sin lugar a dudas él fue el jugador más destacado del
torneo. Pero Streltov no la aceptó: “No te preocupes Nikita, ganaré muchos más
trofeos en el futuro”. Lo que no sabía Streltov es que la vida es una caja de
bombones y nunca sabes cuál te va a tocar. A él desgraciadamente no le tocaron
los mejores.
En 1958 la prensa se hizo eco de que “el Pelé Ruso” no
participaría en el mundial. Eduard Streltov sufrió los problemas de una Unión
Soviética que consideraba que el jugador tenía una actitud que no era del agrado
del régimen y que podría causar problemas debido a su popularidad. Su caída empezó
negándose a dejar su equipo para unirse a las filas de CSKA o al Dynamo de
Moscú. Más tarde acabaría siendo acusado de violación y enviado a Gulag, a un
campo de concentración durante siete años en la fría Siberia con tan solo 21
años.
Streltsov junto con Yashin con la URSS |
La posición natural de Streltsov era la de delantero centro.
Según cuentan los que lo vieron jugar, tenía una velocidad endiablada y una gran
afinidad con el balón cuando jugaba al ataque. Streltsov coincidió con el único
portero ganador de un balón de oro, Yashin y fue uno
de los jugadores más importantes de la selección que consiguió la
medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1956 y se clasificó para el Mundial
de 1958.Después de todo esto, tuvo ofertas de los dos equipos más grandes de la
URSS que por aquel entonces eran el CSKA, el equipo del ejército rojo, y el
Dynamo de Moscú, el equipo de la KGB. Se dice que estas ofertas se hicieron para
reconducir al jugador, al que le gustaba demasiado la fiesta. Ese gusto por el
vodka y el baile fue lo que hizo que los bombones de la caja se envenenaran.
Tras su negativa a los dos clubs, la estocada final llegó en un baile celebrado
en el Kremlin. El delantero, con unas copas de más, insultó a la hermana de
Yekaterina Furtseva, única representante femenina del politburó soviético.
Poco tiempo después en una fiesta de Moscú, una joven de 20 años fue violada. Eduard
Streltsov fue detenido junto con otros dos sospechosos. Cuenta la historia que
un oficial de la KGB aseguró a Streltsov que si confesaba le dejarían jugar el
Mundial de 1958. Él a pesar de no haber cometido el delito confesó su
culpabilidad. Su confesión no sirvió de nada y el jugador se quedó sin mundial.
Estatua homenaje a Streltsov con la equipacón del Torpedo |
Nadie creyó aquella historia, y
gran parte de la ciudad salió a las calles, concretamente unos 100.000
trabajadores para protestar por la injusticia cometida. Tras su paso por Siberia, Eduard Streltsov volvió a jugar en el Torpedo con
28 años. Las secuelas del campo de concentración habían hecho que perdiera su velocidad, pero seguía manteniendo
la calidad. En el país todos lo veían como un criminal excepto en su equipo de
corazón en el que ganó dos ligas siendo premiado como mejor futbolista de la
temporada. Todavía hoy el Torpedo rinde homenaje al “Pele ruso”. El estadio
lleva su nombre y tiene una estatua que lo recuerda.
Todavía hay personas que luchan por limpiar el nombre de Eduard
Streltsov, como el ajedrecista Anatoly Karpov, que tiene como objetivo exonerar
del delito de violación a una de las leyendas del fútbol ruso.