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| El deporte ha estado muy presente desde finales del siglo XX. |
No muchos conocen la práctica deportiva en el pequeño país del Vaticano. Fútbol, Tenis e incluso el Judo han sido deportes practicados en territorio pontificio.
El deporte más practicado es sin duda el fútbol. El primer partido de la selección del Vaticano fue en 1973. Cinco años después fue el turno del tenis. El Judo a pesar de ser muy importante en la historia vaticana, no ha tenido competiciones en su interior, pero si mucha práctica. Entonces, ¿cómo el Judo se metió en el Vaticano?
Pio Gaddi, fue la persona que introdujo el Judo en la pequeña ciudad. Este judoca trabajó en el archivo de la Gobernación desde 1959 hasta 1993. La suya, fue una de las historias deportivas más importante de Italia y del El Vaticano. Su punto álgido fue en los europeos de París de 1952, donde ganó la primera medalla para el judo italiano. Más tarde su reconocimiento llegó con el galardón del cinturón negro legendario, un nivel alcanzado solo por tres personas más en Italia.
Ya retirado de la competición, empezó siendo árbitro internacional y participó en cuatro JJOO, desde 1972 hasta 1988.
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| Gaddi en el Campeonato de Italia de 1957 celebrado en Roma. |
Gaddi considera que su sangre es vaticana. Nació en Borgo Pio, Su padre trabajó en la sala papal desde 1950 a 1970, lo suficiente para sentir cariño por el país que le ha dado todo. Además Gaddi tiene el honor de haber sido la persona que enseño defensa personal a los guardias suizos, con un programa diseñado específicamente y modificado. Después le tocó el turno de entrenar a la policía y a los guardas de los Museos Vaticanos.
El tenis es otro de los grandes deportes realizados en el Vaticano. La edad de oro del tenis comenzó en el año 1977 con la reestructuración de los campos de los jardines. Al año siguiente se celebró el “Torneo de la Amistad”. Giovanni Battista venció la padre Roberto Tucci, hoy cardenales los dos. En el partido del tercer puesto, el Guardia Suizo Peter Hasler venció al Arzobispo español Faustino Sainz Muñoz.
Los torneos de aficionados del Vaticano siempre han despertado curiosidad en la prensa. Después del éxito de la primera edición, los dominadores del torneo en los años siguientes, fueron empelados de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, tanto en singles como en dobles.
En 1981 el torneo se amplió a 48 jugadores. Cuatro para cada uno de los doce equipos. Más tarde en 1985 se abrieron las puertas hasta para los hijos de los empleados. Pero a pesar de ello en 1990 dejó de celebrase el torneo debido a la falta de participantes.
El torneo volvió a nacer en el año 2008 un poco “a escondidas” por iniciativa de los empleados de los Museos Vaticanos.
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| Al Papa Juan Pablo II le encantaba practicar esquí. |
Los Papas del siglo XX, por otra parte, han prestado especial atención al deporte, como un método educativo. Algunos papas fueron grandes deportistas. Achille Ratti, que más tarde se convirtió en el papa Pío XI, subió la ascensión del Mont Blanc en julio de 1890. Y su sucesor, Pío XII se le llamó "el Papa del deporte." Pío XII fue un entusiasta del ciclismo. En 1948 le dio a Gino Bartali el maillot amarillo del Tour de Francia.
Pero el que sin duda fue un verdadero deportista fue el Papa Juan Pablo II. Fue un deportista muy apasionado, por ello escribió 120 discursos sobre el deporte y se solía a escapar para poder esquiar. "Le encantaban los deportes y por eso recibía a atletas de todo el mundo. Cuando era joven jugaba al fútbol, era defensa y metía muchos goles. Después, ya de sacerdote, iba en canoa con amigos. Le encantaba hacer senderismo. Incluso cuando era Papa siguió practicándolo. Fue un hombre que amaba la naturaleza y practicar actividades físicas", dice el Padre Lixey.
No nos podíamos dejar sin nombrar la famosa competición de fútbol, la “clericus Cup”. El campeonato mundial de seminaristas se disputa todos los años.
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| Trofeo de la Clericus Cup. |
