martes, 16 de abril de 2013

Tragedia en el país del trébol.


A raíz del desgraciado ataque terrorista sufrido en el maratón de la ciudad de Boston, me he visto obligado a contar una historia violenta en el deporte, y en un país donde el terrorismo ha sido una gran influencia durante todo el siglo XX y que también tiene una relación especial con la ciudad estadounidense.

El acontecimiento se esperaba
con gran ilusión en toda Irlanda.
En la capital irlandesa, Dublín, se preparaba una gran fiesta el 21 de Noviembre de 1920. Se celebraba una de las finales más esperadas en el país, la final del torneo nacional de Fútbol Gaélico, uno de los deportes nacionales de Irlanda junto al Hurling. Todo parecía maravilloso y el partido se celebraba en un estadio símbolo de la nación irlandesa, el Croke Park, pero la desgracia se iba a acercar en este acontecimiento de la mano de la llamada división Auxiliar, un grupo paramilitar británico.


Con los años este día fue denominado como Bloody Sunday. En plena guerra de la independencia irlandesa, fue un antes y un después en la lucha por su libertad.
La lucha fue una guerra de guerrillas provocada por el IRA, y los dos nuevo grupos paramilitares creados por el gobierno británico para contrarrestar esta fuerza. Los Black and Tans y la anteriormente mencionada Auxiliarity Division. La actuación británica tuvo mucha gente en su contra, ya que no solo atacaba a miembro del IRA, sino también a la población civil.



Croke Park en la actualidad, Con 82.300 espectadores.

A pesar de la guerra, la sociedad irlandesa trataba de hacer su vida como siempre. Mientras que en las tabernas de Dublín se hacían apuestas acerca de la final esperada, Michael Collins, jefe de inteligencia del IRA, estaba  preparando un atentado para asesinar a 20 británicos infiltrados en grupos revolucionarios irlandeses.

El plan estaba previsto para que se realizara el domingo, antes del gran acontecimiento. El plan irlandés tuvo éxito y fue un duro golpe para la cúpula británica en Irlanda. Pero la respuesta fue casi inmediata. Una moneda eligió cual sería la venganza a realizar. Y su opción fue la gran final de Fútbol Gaélico.

Al estadio acudieron las 5.000 personas del aforo. El campo estaba lleno hasta la bandera. Minutos antes de comenzar , la división auxiliar estaba en alerta por lo sucedido, y un avión sobrevolaba el estadio. Ya comenzado el partido si previo aviso, comenzó a llover desde el cielo tiros desde el avión contra el público y los jugadores, que naturalmente iban desarmados. No solo el avión empezó a tirotear, también los soldados que estaban en el terreno de juego se involucraron en el acto. Los aficionados empezaron a huir como podían, pero no todos consiguieron escapar.

Imagen del fallecido
Michael Hogan.
Hubo varios deportistas heridos en el “Domingo Sangriento”. Michael Hogan Capitán de Tipperay fue una víctima de el tragico suceso. Actualmente tiene una estatua en su honor a las afueras de Croke  Park. No fue el único, El joven Jim Egan también fue herido al intentar salvar a Hogan.

El atentado duró 19 segundos, que fueron una eternidad en aquel momento. 14 fueron los fallecidos, algunos por las balas, otros aplastados por la avalancha de gente en la huida. También hubo 65 heridos de diferente gravedad.



Desde el Castillo de Dublín sede de los británicos en Irlanda se dio un argumento muy poco creíble: “La intención original era que un oficial fuera al centro del terreno y hablando desde un megáfono invitase a los asesinos a dar un paso al frente. Pero en su acercamiento, una avanzada dio la alarma. Fueron disparadas balas para avisar a los hombres requeridos, lo que causó una estampida y escaparon en la confusión”.

Nadie se creyó esas declaraciones incluso el diario británico The Times, que ridiculizó la acción a pesar de apoyar la causa británica.

La imagen británica quedó muy dañada después de los acontecimientos, y la guerra finalizó un año después en 1921 con la creación del la República de Irlanda. Pero con este tratado empezó una guerra civil  de guerrillas.

Hay una anécdota curiosa en Croke Park desde el “domingo Sangriento”. La AAG una organización antibritánica tenía en su propiedad el estadio. Después de dicho día, estableció una ley en el que se prohibía disputar cualquier deporte que chocara con sus intereses en los campos de su propiedad. Con esta ley se prohibió jugar a los deportes británicos de Fútbol. Rugby y Cricket.

Partido entre Irlanda e Inglaterra.
Tras muchos años se decidió abrir de nuevo el estadio en 2006 debido a unas obras en el segundo estadios de Irlanda el Lansdowne Road.

El primero partido en Croke Park fue de la selección de Rugby. El 11 de febrero de 2007 jugó contra  Francia en el debut en el Seis Naciones y perdió por 17-20.

El segundo encuentro sería el más esperado pro todo el pueblo irlandés. El rival era Inglaterra. La emoción y el recuerdo quedarán grabado en los corazones de aquellas personas que vivieron el encuentro en el que los locales vencieron por 43- 13 a los ingleses.

Desde entonces se han jugado partidos de fútbol, e incluso partidos de exhibición de la NFL y un combate de boxeo.

Croke Park ha sido uno de los símbolos antibritánico por excelencia. El tiempo paso y las heridas se fueron cerrando lentamente, aunque todavía el recuerdo de uno de los sucesos más terribles que ocurrieron en un campo deportivo sigue flotando cada vez que se abren sus puertas.
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