Bob Marley además de uno de los músicos más influyentes del siglo XX, también fue un gran jugador de fútbol. Era un centrocampista con una gran habilidad y con un buen domino del balón en carrera. Su amor al deporte y al fútbol era tal que afirmó que el descanso de los partidos eran para los cobardes, por eso el jugaba sin parar hasta que no pudieran más.